Jamás me avergonzaré...

En un mundo lleno de odio, jamás me sentiré avergonzado por amar. 

¿Qué más da si amo a un chico? ¿O a una chica? ¿O a une chique? Si nos amamos, ¿qué importa nuestro género? O, mejor dicho, ¿qué os importa lo que hagamos con nuestras vidas? En teoría hemos nacido libres, eso dice el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 

¿Qué más da si amo a más de una persona? ¿O si simplemente amo a una? Mientras todas las personas que estemos en la relación estemos de acuerdo, y nadie sea limitado por nadie, ¿cuál es el problema? ¿Qué más os da que mi relación sea abierta o cerrada? Si mi/s pareja/s están de acuerdo, les parece bien, ¿qué derecho tenéis a decir qué es mejor o peor? Lo malo es la opresión, lo bueno es la libertad. El problema estaría si yo estuviera oprimiendo a mi pareja a llevar un tipo de amor que no quiera, o al revés. 

No estamos haciendo daño a nadie, sólo nos estamos amando. Es sólo amor, pero, ¿sabéis? Respondéis con odio a ese amor. Nosotrxs amamos, y vosotrxs nos odiáis por ello. 

Ahora os pido que reflexionéis y os pregunto, ¿cuál de las dos cosas está mal? 

Comentarios

Entradas populares