Pequeñas cosas...

Hoy, os traigo una experiencia que he vivido hoy mismo; y esta vez, es una experiencia más que positiva. 

Probablemente os parezca una tontería, o que no es para tanto; pero para mí lo ha sido. 

Por primera vez en mi vida, he ido a probarme ropa a la sección de chicos. He ido con un gran amigo mío y hemos estado probando ropa durante bastante tiempo. Fue algo improvisado, que de repente a él se le ocurrió que entráramos a probarnos ropa, así que no llevábamos dinero encima como para comprarnos algo, sino que simplemente nos probamos ropa. 

Yo llevaba prácticamente toda mi vida ansiando ese momento, que fue maravilloso. Ambos estábamos super emocionados y flipando, ¿para qué os voy a mentir? 

Pensaba que me iba a dar vergüenza estar mirando ropa en la sección de chico, y aún más probándomela, pero por un momento (largo) no me importó el mundo ni lo que pudieran pensar las personas que estaban allí. Al fin y al cabo, ni les conocía. 

Toda mi vida he mirado a la sección de chico de las tiendas de reojo, deseando poder comprar o probarme ropa de allí, y poder hacerlo ha sido inexplicablemente genial. También pensaba que no me gustaría como me quedaría la ropa por la forma de mi cuerpo, pero tampoco me pasó eso. Es cierto que la ropa me quedaba algo grande, pero me sentí más que a gusto con esa ropa. 

Nunca me ha gustado ir a comprar ropa, siempre ha sido un momento muy evitado, y también en el cual lo pasaba fatal, tanto viendo como probándome ropa; porque no quería ropa de la sección de chica, no me gustaba, y encima acababa sintiendo un montón de disforia. 

Pero hoy no, hoy he salido de probarme ropa con un subidón de adrenalina, con felicidad para días; incluso cuando no compré nada, sólo probarme la ropa causó ese efecto en mí. 

Comentarios

Entradas populares