El "qué dirán"...

Tengo el apoyo de mis padres, de mis amigxs, e incluso tengo el apoyo de otras muchas personas más. Tengo más apoyo del que podría haberme imaginado jamás. Y eso dibuja una gran sonrisa en mi rostro sólo de pensarlo. 

Aún así, no puedo evitar tener miedo a llegar al instituto pidiendo que se me trate en masculino y se me llame por el nombre que he escogido. Tengo miedo a lo que me dirán, a lo que dirán a mis espaldas, a cuando se rían, cuando me insulten, cuando me discriminen... tengo miedo al rechazo. 

Tengo miedo, pero yo no quiero vivir siendo alguien que no soy. Llevo 17 años fingiendo que era una chica y haciendo todo lo posible por encajar, pero yo ya me he cansado, ya me duele demasiado fingir ser alguien que no soy. Es un peso que llevo llevando sobre mis hombros desde que tengo uso de razón, y que ya me impide caminar; quiero ser libre. 

Mis padres están de acuerdo con que yo comience a vivir como un chico, y yo lo estoy deseando. No quiero que esta vez me pare el miedo de nuevo, he llegado demasiado lejos como para retroceder ahora. Me ha costado demasiado llegar aquí como para dar marcha atrás. 

No, ya no. Ya no pienso dar marcha atrás. 

A quien le guste: perfecto, porque éste es quien soy. A quien no le guste: ya sabes donde está la puerta.