Un miedo paralizador...

Me miro al espejo y me digo a mí mismo que esto no puede continuar así, que se acabó tener que llevar un disfraz y una máscara ante el mundo, y que es el momento de vencer los miedos de frente y decirle al mundo: este soy yo. En ese momento una gran euforia se apodera de mí y me siento con la fuerza o valor para enfrentarme a cualquier obstáculo que me encuentre por decidir ser yo mismo. 

Sin embargo, después de ese momento fugaz de euforia bajo a la tierra de nuevo, y me miro otra vez al espejo. Pienso en las posibles reacciones de todas las personas a las que conozco y con quienes no he hablado de este tema; ni se imaginan que sea trans. Pienso en mis compañerxs de instituto, que podrían aceptarme y respetarme, o hacerme la vida imposible. 

Entonces es cuando me llevo las manos a la cabeza y me pregunto qué es mejor hacer. Ambas cosas acarrean dolor, ambas cosas son difíciles.

Cuando empezó este año escolar, me dije a mí mismo que sólo me quedaba un año hasta empezar la universidad, que era mejor comenzar ahí el tránsito social porque la gente es más abierta y respetuosa, o eso dicen. Pensé que era la mejor opción y decidí aferrarme a aquello. No obstante, ahora no tengo eso tan claro...

Es arriesgado hacer el tránsito social a mitad de curso, lo sé. Primero necesito hablar con mi familia y conseguir su apoyo. Después necesito hablar con los profesores de mi instituto para que me llamen Benjamín y me traten en masculino. Y luego probablemente tenga que lidiar con transfobia, que puede ser más o menos... 

Pero, ¿qué puedo hacer si no? Cada día se me hace más insoportable llevar este disfraz, ser tratado a diario con un nombre y unos pronombres que no me corresponden, Siento que en mi pecho hay una presión que me impide respirar, y que eso sólo puede cambiar si soy libre, si vivo como quien realmente soy. 

Pero a la vez tengo mucho miedo, y, en realidad, lo que más miedo me da es hablar con mi familia y explicarles que soy un chico y quiero que se me trate como tal, que ya no quiero esperar más. He estado demasiados años esperando, y, si hay algo que tengo claro, es quien soy. 

Estoy paralizado por el miedo, que cada vez que intento avanzar y me dispongo a ello, se interpone en mi camino. 

Realmente tengo claro lo que quiero hacer, y que quiero hacerlo lo antes posible. Sólo necesito el empujón que me dé el valor para alzar mi voz y demostrar al mundo quién soy. 

Comentarios

Entradas populares